La seguridad vial en el transporte escolar

Un buen transporte escolar para nuestros hijos es algo primordial, ya que estamos poniendo en manos de un tercero la seguridad vial de estos.

transporte escolar

Para asegurarnos de que sea un buen transporte, tanto el vehículo como el conductor deben cumplir con varios requisitos importantes, como por ejemplo, respetar los límites de velocidad, el uso del cinturón de seguridad, que tenga todos sus documentos personales y del vehículo al día, evitar el consumo de alcohol y drogas, etc.

Las entidades de tránsito deberían encargarse de promover la seguridad vial, vigilando de cerca y realizando chequeos e inspecciones con regularidad a los autocares dedicados al transporte escolar, con el fin de prevenir accidentes de tráfico.

A la hora de realizar estas inspecciones, es necesario que las autoridades revisen las autorizaciones y documentos de los conductores de los vehículos, las condiciones técnicas y elementos de seguridad, cerciorarse que todo esté bajo la normativa adecuada, y que además el conductor también cumpla con la normativa que le corresponde a él, como su permiso de conducir, los tiempos de conducción, los tiempos de descanso y el uso del cinturón de seguridad, que es importante en todo momento ya que está comprobado que reduce las lesiones mortales en un 90% de los casos cuando ocurren choques frontales o vuelcos.

La movilidad segura en los menores tiene que ser una prioridad; cada día se movilizan más de 600.000 alumnos en autobús escolar, tanto para asistir al colegio como para regresar a casa. Y es por esto que los padres deben saber que están en su derecho de exigirle a los centros educativos, a las asociaciones de padres o al ente correspondiente, que los autobuses cumplan con todos los requisitos para poder realizar los transportes.

Al igual que en los coches normales, en este tipo de transporte, la velocidad inadecuada y las distracciones al volante, son las principales causas de los accidentes que ocurren. Es por esto que dentro de los controles que se realicen, se debería intensificar el control de velocidad, al uso del móvil, test de alcohol y de drogas, para evitar en lo posible que sigan siendo una amenaza.

En la Unión Europea hay una ley desde 2013, que requiere que todos los autobuses nuevos tengan un sistema de frenado de emergencia, con el fin de que se active automáticamente en caso de que exista la posibilidad de colisión.

También es necesario recordarle a los padres que respeten las paradas de los autobuses, que vayan con tiempo y que no esperen a los niños al otro lado de la calzada. Muchos accidentes se producen al momento de subir o bajar del vehículo, bien sea por distracción de los niños, del conductor y hasta de los padres.

Se pueden usar los trayectos de ida y vuelta a casa y a la parada del autobús, para que los padres hablen con sus hijos y les recuerden ciertas normas de seguridad, como por ejemplo:

No pararse nunca detrás del autobús y de ningún vehículo
Esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante
Una vez en el autobús, mantenerse sentados, usar el cinturón en todo momento
No correr ni al llegar ni al salir del autobús
Obedecer al conductor y al monitor